Sevilla tiene un olor especial....

Esta mañana he presenciado algo inenarrable, algo que va mas allá de toda lógica y que me pone en guardia ya que me da la sensación de estar ante hechos sin sentido. Tengo un kiosco pentagonal, y me lo he encontrado totalmente ¡orinado o meado! , como quieran llamarlo, por sus cinco lados.
Unas coplas por sevillanas dicen así: ¡Sevilla tiene un color especial!, yo me he servido de ellas, para retratar un problema que solemos tener los negocios a pie de calle: la falta de limpieza de algunos viandantes, y la falta de resolución a la hora de aplicar mano dura con estos comportamientos que nos asemejan más en la escala evolutiva a nuestros parientes los cerdos, ¡y que conste que de mi boca no ha salido esa palabra para insultar a estos....ciudadanos!!.
Es evidente que la ciudad necesita un servicio de limpieza más eficaz ante estas conductas, yo me he divertido y me lo ha pasado bien siempre que podido salir, y he bebido como todos unas cañitas, pero siempre he recordado donde están los servicios en todos los bares que he visitado, ¿tan difícil es orinar en los lugares establecidos para ello? Mira, si me dicen: ¡es que estamos en la edad media y me da asco ir a realizar mis necesidades detrás de un árbol, en un cuartillo al lao de los cochinos, o en unas letrinas...!
Hablando de letrinas, "Letrina" viene del latín latrina, procedente de lavatrina, derivado de lavatrum, ("medio de lavado", que designa lo que hoy llamaríamos lavabo.). Los Romanos, grandes arquitectos, habían ideado un sistema como el que veis en las fotos que os pongo: unos cajones rectangulares con un orificio. Cuando se hacían las necesidades, una corriente constante de agua limpia arrastraba a las cloacas las deposiciones, y así no olía mal, y otro caño de agua constante limpiaba las esponjas marinas, que provistas de un mango de madera, se utilizaban para limpiarse las partes "bajas", después, el individuo se lavaba las manos en las fuentes de agua que poseía el recinto en el centro y ¡santas pascuas!, osea, todo limpio y reluciente...eso ha evolucionado a los modernos water con cisterna que poseemos...Entonces, si tenemos desde antiguo esta preocupación por nuestro aseo personal y conocimientos suficientes que nos lo facilitan, ¿por qué nos empeñamos en continuar siendo más parientes de los "cochinos" que de los hombres??

¿No podríamos aprender de la Historia y usarlas como lo hacían nuestros predecesores?, osea, como hay en algunas ciudades...poner servicios en las calles, y por supuesto enseñar a usarlos. Seguramente mi ciudad, y la tuya, y la del otro olerían mejor.

Tenemos historia, tenemos los medios, tenemos educación....¿y si tenemos ganas...dónde debemos ir....?, algún.....iba a decir cabrón....todavía querrá ir a un kiosco a mear....

Sevilla tiene un olor especial....