Miguel ha pinchado hoy. No es sólo cuestión del azar que algunos de nosotros no hayamos recibido a tiempo la prensa diaria. Y es que las ruedas de Miguel se pinchan incluso antes de que él las utilice. Os explico: resulta, que las ruedas de Miguel no son por derecho las ruedas de Miguel, son las ruedas de Pepe, su jefe y legítimo dueño de la furgoneta, que como sabreis(o no) también trabaja en Distrimedios. A Pepe le gusta llevar neumaticos tullidos en su vehículo. Cuando pincha y cambia la de repuesto, no la lleva a arreglar, por lo que cuando a Miguel le ocurre lo mismo, busca confiado una fiable sustituta que ocupe el lugar de la dañada rueda, y lo único que encuentra es la prueba de un crimen en el que se ha visto implicado sin quererlo, un cadaver de caucho.
Desgraciadamente no basta con el sentido del humor para recuperar la venta perdida a primera hora de la mañana, ni tampoco el tiempo que hemos tardado en ir con el coche a rescatar nuestros periódicos. No sabemos de quien depende la elección de repartidores, pero no podemos entender como alguien de la eficacia de Miguel ve condicionado permanentemente su trabajo por situaciones ajenas a él.
Un saludo a todos.
El Gusanito Lector
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viernes, 18 de junio de 2010
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