LONDRES 2008, 1ª parte

El día 23 de este noviembre, al día siguiente es mi cumpleaños,(yo no digo naaaa) va a hacer un año que nos fuimos mi mujer y yo a Londres, ha sido, de momento, el único viaje que nos hemos podido permitir desde que nos casamos hace ya nueve años, recuerdo los nervios del día anterior por la noche ya que no sabíamos muy bien como funcionaba eso de las reservas por internet. Nos presentamos en el aeropuerto sin saber si podíamos volar, esta fue la primera etapa de la nueva aventura a la que nos enfrentábamos, estábamos en la cola para facturar las maletas y todo el mundo sacaba un papelito que indicaba el vuelo y la reserva con los nombres, nosotros no teníamos nada más que nuestros DNI, llegue ante la señorita para facturar las maletas y dije:
-"Buenos días...vera usted, no he volado nunca y soy nuevo en estas "lides", (pensé esta tia creerá que soy un cateto) veo a todo el mundo con unos papelitos pero yo no tengo nada...
En este momento todo el tiempo se paró,(como en matrix) miré con carita de "Gato de Shreeck" a mi interlocutora, y fijé mi mirada en sus labios, no sin antes tragar una buena dosis de saliva, y de sus boca surguieron estas palabras tranquilizadoras:
-"No se preocupe, ¿a nombre de quién estaá hecha la reserva?
Acto seguido nos confirmó asiento, nos facturó las maletas, y nos estábamos despidiendo de los familiares...
Todavía no sabía que lo peor estaba por venir, cuando embarcamos en el avión. "Dios mío", "Virgen Santa", y "Todo el Santoral que tenemos"...!Me acordé de todos...hasta del apuntador!, cuando ese avión empezó a vibrar y a hacer ruído cuando volaba, !joé, en valiente lata de sardinas viajamos!, después me acordé de los tebeos de Mortadelo y Filemón y dije: "Tierra, trágame... !Ojú pa llegá a Londres!"
En una hora y media estábamos en "la tierra prometida", sólo me faltó besar el suelo como hacía el Papa, en ese momento comprendí porque lo hacía, !No corría yo ná pa alejarme de la lata de sardinas con alas!.
Bueno, bueno, ya estaba en la "City" del Imperio Británico, antaño nuestros enemigos, hoy nuestros vecinos de la Unión Europea, no nos resultó muy dificil llegar desde el Aeropurto de Stanted, utilizando un cercanías. Tardamos poco tiempo en llegar a la Estación Victoria, una vez allí la "flema británica" hizo acto de presencia a la salida de la estación y con un "go,go,go.." nos despacharon, allí estabamos dos "pueblerinos de Sevilla", sin entender ni papa, en una ciudad de más de 14 millones de habitantes(14.945.000 + dos Sevillanos, eso sí de pura cepa, uno criao en Toledo, y otro de Cádiz).
La primera prueba fue: ¿cómo llegamos al Hotel?(allí se dice "jotel"). Allí estábamos leyendo cartelitos con nuestras dos flamantes maletas trolleis y la mochila con los bocatas en medio de la marabunta de esa "Victory Station", !toma ya...ingleses de pura cepa!.
!Tranquis colegas!, nos fuimos para fuera y vimos una especie de "bungalows"(mi inglés va mejorando por momentos), allí compramos nuestra salvación: la tarjeta "OYSTER", con ella podíamos viajar indistintamente durante los seis dias de aventura en los medios de locomoción londinenses.
Decidimos ya que eran cerca de las dos de la tarde y estaba lloviendo(raro, raro que llueva en Londres en noviembre al medio día), coger el "tube", en cristiano, el metro, pero no como el "metro-centro sevillano", picamos el viaje a la entrada de la estación, y ahí empezó nuestro calvario particular, cogimos la línea "Victoria", transbordamos de línea en la estación "Green Park", y pasamos a la línea "Picadilly" hasta llegar a nuestra parada en "Rusell Square" esto que resumo en dos líneas y que se lee en dos segundos tardó en realizarse cerca de dos horas, en ese transcurso de esperas y cambios de líneas cargamos con nuestras valiosas pertenencias y supuso una completa "union entre nuestras maletas y nosotros ". Os explico: aquí en Sevilla las lineas de metro van a un nivel de profundidad, allí en Londres llevan haciendo lineas más de 100 años, con lo cual, van a más niveles de profundidad, y para transbordar, implica:
-! Niñaaaaa, ve cojiendo la maleta que en la siguiente nos bajamos...!
-!¿Pa dónde tiramo ahora, pa rriba, pa bajo...?(aquí no pega eso de: pal centro y pa dentro, !somos diferentes culturas y eso no pega con la flema británica!).
Recuerdo que al bajar de un vagón pise con la maleta a una señora mayor, y la mujer se deshizo con: "Sorry, sorry, sorry...", y eso que la culpa la tenía yo, esa fue la primera lección que he aprendido de los longinenses.
Por fín, después de cientos de escalones y varios ascensores pudimos salir a la superficie, y exclamamos:
-!Joé, son las 15:30 y ya casi es de noche!. Allí a las cuatro de la tarde ya no hay luz del sol.
Salimos de la estación, e hicimos como en los mapas, mirar para todos los lados, para ver si decubríamos el Hotel, menos mal que, como se dice, literalmente estaba a la vuelta de la esquina.
Mañana os cuento más...

LONDRES 2008, 1ª parte