Aquí tienes el artículo escogido. Gracias por entrar.

sábado, 9 de octubre de 2010

6

La era del mal, Capitulo 1

Nota del autor:Vaya por delante la dedicación de esta publicación a Bando,Paco,Fede,Enrique Elcano,Miguel Bizcaia,Alef,Chapu,Inma... y todos los demas kioskeros que vayais a leer mi obra, capitulo a capitulo. No me olvido, (como hacerlo!!!), de mi gran amigo y compañero RafaSlorenzo, que ha querido "ficharme" para este blog y pedirme (de parte de su mujer) que publique este capitulo. Comentarme lo que se os pase por la cabeza, criticas, mejoras, inconcluencias, etc... Lo que querais, pues al fin y al cabo la novela no está acabada, aunque sí estoy ya en el desenlace de la mísma para poder sacarla al mercado en primavera del 2011. Saludos.

3 de Junio de 1.347

...Ya estaba cansado de tanto correr. Ben Alí tenia las manos cortadas, los ojos llorosos y la piel rascada. Tenía frío, tiritaba. El hambre hacia mella con el joven de unos veintitantos años, de raza negra y esclavo desde que vino al mundo.

Pero no aguantaba mas, aquella noche habia decidido escapar de su señor en la capital del Imperio Otomano, Constantinopla. Casi desnudo y desnutrido, Ben Alí soñaba con una vida sin esclavitud, sin torturas, sin hambre.

Ben era mas bien alto, cuerpo delgado aunque con pronunciado cuerpo fibrado y con el rostro mas bien serio. Hacía dias que no comia mas que algunas sobras que encontraba entre los restos de los mercados de la ciudad de Constantinopla. Tambien en alguna contada ocasión pudo beber agua de alguna ánfora perdida en la ciudad o de algun pozo muerto, e incluso beber vino de una botella de algún borracho inconsciente. No era de extrañar que estuviera mareado, flojo de fuerzas y empapado de sudor sobre su camisa gris.

Pero le podian las ganas...

Sin dudarlo corrió por la plaza principal de la calle Santa Irene, escaló un par de muros de vigilancia donde carecía de guardias ya que era el cambio de turno de éstos y llegó a las cercanías del puerto mas pequeño del Imperio. Sin demasiada violencia robó a un anciano una capa semi-oscura y se colocó la capucha sabiendo que nadie deberia descubrir su rostro ya que si lo hacian sería con seguridad ejecutado por esclavo renegado.

Poco despues atajó por el camino de Rodas donde pudo arrebatar un carro con sacos de nabos de gran tamaño a una señora de edad avanzada. Tras amenazarla (aunque en contra de su voluntad y sin ninguna intención de dañarla), la señora huyó temiendo por su vida. Así pues Ben Alí ya tenia su visado al barco que partiría en breve hacia alguna ciudad del mediterraneo. Pero el joven, mirando atrás, sabia que algo no iba bien. La gente moría de pronto en aquella zona, sin explicación lógica. Un dia te despertabas con náuseas, vomitabas sangre, te mareabas, te salian ronchas en carne viva, bubones por todas partes, olías a podrido... A los pocos dias estabas muerto tras una agonia de varios dias. Era el principio del fin.

Una vez en el interior del barco Ben Alí intentó resguardarse lo máximo posible para no ser visto por nadie. Pasada toda la noche, Ben fue testigo de una escena horrible; una señora corría por la cubierta gritando amargamente algo parecido a que alguien la ayudara, pero la gente que la oía renunciaba a socorrerla por miedo a no saber bien donde se metian. La señora mostraba toda la cara llena de unos granos infectados y desprendía un olor extraño. Aquello sin duda era un preludio a una muerte anunciada y los viajeros lo sabian. Pero Ben Alí no pudo dejar de seguir a la mujer cuando ésta se le acercó y le cogió la mano suplicando ayuda.

Tras correr juntos por la cubierta, la señora y Ben Alí llegaron a un resguardo donde yacía un hombre por el que esta mujer lloraba desconsoladamente. Aquella señora no era occitana, ni siquiera parecia de algun país cercano. Tenia la cara algo pálida, tal vez demasiado para alguien que seguía viva. Los ojos estirados hacia arriba indicaban que no era de algun pais cercano si no mas bien al contrario y era probable que procediera de oriente al igual que el señor que yacía tendido sobre una lona marrón salpicada en sangre. Aquella misma sangre paracia enmarcar una macabra silueta alrededor del enfermo.

Ben Alí no sabia que parentesco tenian pero no le importaba, solo queria ayudar aunque por otra parte temía ser descubierto, pero la cara de pánico de la mujer evitaba que Ben osara dejarla sola. Al mirarle de cerca Ben se dio cuenta de la extrema gravedad del hombre; tiritaba sin cesar, no tenia dientes aunque no pasaba de los treinta años, la cara estaba repleta de yagas y granos y desprendia un olor peor que la señora, mas bien un olor amargamente podrido.

El señor miró con sus apagados ojos a Ben Alí y éste le arrancó una leve sonrisa que el otro devolvió. Tras apretarle la mano el señor pereció sonriendo y escapandole una lágrima que acabó en la mano de Ben. La señora, al ver la muerte de su compañero se desplomó sin conocimiento hacia atrás golpeandose la nuca dejando un charco de sangre bajo su cuello. Ben corrió a socorrerla echandola agua al rostro para que recuperara la consciencia y lo hizo poco despues recordando el motivo de su desmayo, presenciar la muerte de su compañero que yacía sin vida a escasos centímetros...

Al ver todo aquello, dos hombres entrados en años y aparentemente ebrios, se acercaron para ver lo sucedido y Ben se limitó a hacer señas de lo que estaba pasando y rápidamente se tapó con la capucha para evitar ser visto por estos dos hombres que parecian estar mas al tanto del canalillo de la señora que de la situación crítica. Asimismo uno de los viajeros reaccionó y acudió a la dramatica escena. Parecia médico por los atavios que llebava y no dudó en pedir a los dos hombres ebrios que le ayudaran a meterla a cubierta para detenerle la hemorragia.

Ben Alí, aturdido por los acontecimientos, tapó el rostro del oriental con la capa oscura de éste sin saber que hacer inmendiatamente...

Pero de pronto un hombre se le puso al lado suyo, le tocó el hombro izquierdo y le dijo en un idioma parecido al suyo:

-¿Qué ha pasado con este hombre, le conocia?

-No, no lo conozco –decía Ben tapandose aun más su rostro jugando con la oscuridad que les envolvian.

-¿Ha vísto como tenia la cara ? Estaba desfigurado, llevo dias viendo gente como él. En Génova de donde soy dicen que es un castigo del Divino por nuestros pecados... pero creo que eso es demasiado cruel, ¿no cree ?

-Si, eso creo –decia Ben intentando irse de su lado.

Ya cuando Ben Alí comenzaba a dar pasos hacia atrás para irse de todo aquel horror, otros dos hombres corrian hacia el lugar donde se encontraba la escena gritando que se detuviera y Ben sabia que aquellas voces amenazantes iban para el mísmo.

Era el momento de huir, a Ben Alí le habian descubierto. Los dos hombres siguieron tras el esclavo para algun fín incierto para el joven, tal vez la muerte por desertor, por ladrón o tal vez por asesino.

-¡Detenedle, es un esclavo, detened al hombre que corre de la capucha oscura, detenedle! –decia uno de los dos hombres.

Pero al girar por uno de los costados del barco y agotado de la persecución una mano negra le agarró por el cuello metiendole en una estrecha columna, era obvio que fuera quien fuera le quería ayudar. Ben estaba asustado sobretodo cuando los dos hombres pasaron enfrente de la columna gritando a todo el mundo para que saliera a cubierta para agarrarle y tirarlo por la borda.

Una vez estaban lejos los dos perseguidores, el que habia salvado la vida a Ben Alí se dejó ver la cara, era tan negro como él y aunque estaba entrado en años parecia fuerte como un roble.

-Oye chico, ¿qué es lo que has hecho, te has escapado de tu señor, o estas tramando algo?

-No señor, -decia Ben recobrando el aliento- yo no he hecho nada, solo ayudar a una pareja... yo quise ayudar... –decia Ben entrecortado.

-¿Pero donde está tu señor? –insistia el hombre.

-No tengo señor –decía Ben agachando la cabeza-

-¿Cómo que no lo tienes? No puedes tomarme el pelo, estoy seguro que no eres libre.

-Pues sí lo soy...

-Ya, ya... ¿Así que un prófugo eh? ¿Mataste a tu señor, le has asesinado y te has liberado?

-Si...-echó a llorar como un niño mientras seguía diciendo- yo y los demas esclavos le apuñalamos tantas veces que se nos durmieron los brazos. No quedó apenas nada de sangre dentro de su desgraciado y mermado cuerpo... No queriamos seguir siendo esclavizados por ese desgraciado sin piedad –decia Ben entre lágrimas- asi que, le asesinamos. La mayoria de los esclavos fueron ejecutados públicamente por las autoridades, pero yo logré escapar y ahora estoy aquí...

-Pero sabes que lo tienes crudo porque vayas donde vayas serás esclavo y perseguido. Las voces de las autoridades corren demasiado deprisa y acabaran encontrandote, hijo mio.

-Tal vez, pero vale la pena ser libre. Es mas, si llego a ser de nuevo un esclavo trabajaré todo el dia y toda la noche para ganar dinero y pagar mi libertad.

-Admiro tu valor, joven. Ahora quédate por esta zona oscura para que no te descubran. Mañana al amanecer llegaremos a una de las ciudades mas bonitas que existen, Barcelona, tierra costera de progresos.

-Gracias por salvarme, señor...

- Tu hubieras echo lo mismo, no lo pongo en duda. Pero ahora debo irme, pronto tocará el aseo a mi señor y si no llego pronto me azotará. Saludos hermano, te veré en Barcelona –dijo el hombre negro yéndose hacia la parte de mas luz en cubierta.

Y así Ben pasó el tiempo, mirando las estrellas aferrado a la columna para no ser visto. El olor a sal proveniente del mar y el retumbar de las olas sobre el barco relajaban a un hombre que en los últimos tiempos lo habia pasado realmente mal, siempre huyendo de su vida que parecia estar maldita.

Y así, se durmió sin mas.

Las primeras luces de sol le quemaban la cara. Las olas eran silenciosas y el fresco dejaba paso al aire templado de la mañana mediterranea. Parecia que el barco comenzaba a aminorar la marcha. Ben Alí se despertó tras un sueño terrofico, en él, Ben era un hombre desnudo corriendo por las murallas de un castillo en El Cairo, país donde nació hacia casi treinta años. Tras él, cientos de flechas con las puntas impregnadas en fuego que se le clavaban en todo su cuerpo y donde caía y se levantaba una y otra vez, sudando, con ansias de llevarse a la boca algo de agua, aunque estuviera hirbiendo y le abrasara todo el labio, poco le importaba ya.

En su sueño sentía la imperiosa necesidad de correr, de dejarlo todo atrás, y llegar a un lugar repleto de luz y esperanza, melodias cantadas por mujeres preciosas y viento con pétalos de diversas flores traidos desde muy lejos con aromas indescriptibles. En su sueño Ben llegaba a Barcelona, esa ciudad de la que él oyó hablar hacia años y se encontraba con un gran señor que le dio de comer y un trabajo digno. En poco tiempo Ben Alí se ganaba la vida y pudo comprar su libertad, conocia a una hermosa mujer y se casaba con ella, construía un hogar con paja y barro y tenia muchos hijos. Ese era su sueño...

Pero despertó, y lo primero que vió fue un grupo de hombres borrachos cantando a la tierra que ya se dejaba ver; ya podia divisar las hermosas costas catalanas. Estaban llegando a puerto. Ben Alí volvió a taparse con la túnica oscura aunque se moría de calor y siguió con la capucha puesta para evitar ser vísto. Se levantó y dirigió poco a poco cerca de la rampa de desembarque a tierra para cuando el barco llegara a puerto ser de los primeros en bajar, ya que a todos les corría prisa la estancia en el puerto catalán. Los tiempos que corrían no eran del todo seguros y los navegantes no eran partidarios de estar mucho rato atracados en puerto, sobretodo en el de Barcelona con los conflictos con Génova entre otras provincias poderosas.

Ben caminaba sin apenas mover su cabeza cuando sintió que alguien le agarraba del brazo derecho y el rostro le cambió circunstancialmente, temía por si alguien le descubría de nuevo ahora que estaba tan cerca del éxito.Ese alguien se le colocó delante y le dijo:

-Una cosa, ¿usted no es el de anoche, el que vió morir a mi hermano?

-Su... ¿su hermano? –decia Ben sin levantar la cabeza.

-Si, el hombre que ayer perdió la vida a cubierta. Su señora me habló de vos, la socorrió en cuanto pudo pero no logró hacer nada, deje por Dios que le estreche la mano pues sé que intentó lo inevitable, es un hombre de bien y Dios le bendigará siempre.

Ben no queria darle la mano pues era negra, y aquello podia trungar su suerte. Aun así no tuvo mas remedio que sacar la mano lentamente cuando vió que el hombre se emocionaba y directamente abrazó a Ben, cosa que éste agradeció enormemente para no ser detectado. Tras aquel emotivo abrazo el hombre sacó algunas monedas de oro y se las metió en un bolsillo de la túnica que envolvía a Ben. Acto seguido se marchó dejando a Ben dibujada una sonrisa.

Pero ya quedaba poco para llegar a puerto. Ben Alí ya imaginaba como sería la ciudad, que tendría unas casas enormes, unos castillos con historia y una gente de lo mas amigable.

Mientras Ben se hacia esas ilusiones el barco atracó y la gente comenzó a bajar. Lo que extrañó mucho al joven es que uno de los tripulantes del barco alzaba las manos indicando a empleados del puerto que trajeran camillas, muchas camillas.

-¿Para que querrán camillas? –se decia intrigado Ben mientras comenzaba a descender por la pendiente de madera. –Que yo sepa solo hay un muerto y... y un herido- se decia de nuevo el chico asímismo.

De pronto a Ben le tiraron de la capa con entusiasmo, algo que dejó perplejo al joven negro que no tuvo mas remedio que girarse hacia la persona que le iba a hacer descubrir su cuerpo negro ante tanta gente. Era un señor canoso acompañado por un bebé en brazos, rubio con ojos azulados, debian ser del norte de Europa.

-Señor, tenga esto, se le ha caido, es suyo.

-Gra... gracias –dijo entrecortado Ben mientras recibia una medalla de oro que se le habria caido de la túnica robada. –Espero que esta medalla cuando la venda me den mucha comida, o monedas...-, se decia Ben mientras apretaba con fuerza la medalla.

Ya en tierra firme y con el rostro clavado en el suelo de piedra del puerto de Barcelona Ben pudo contemplar desde lejos lo que eran aquellas tierras... habian barcos por doquier, la gente trabajaba con armonía como si el trabajo fuera una diversión y habian unos crios jugando a golpear un trozo de trapo en forma de circunferencia. Uno de ellos resbaló y se hizo sangre en la pierna derecha pero tras sollozar se levantó y continuó jugando como si nada.

Ya entrando en la calle principal del puerto, Ben Alí miró por última vez al barco que ya dejaba atrás no sin asombrarse de lo que estaba viendo; habian muchos pasajeros que salian con camillas de algun familiar o amigo suyo, sin vida, tapados por un manto oscuro. Habian decenas de ellos, como si el barco tuviera a mas de la mitad de los pasajeros muertos la noche anterior.

Caminando por una calle de gran tamaño aun cercana al puerto Ben vió pasar a un señor bastante ataviado con plata y oro montado en una especie de burro de aspecto cansino tirado por el señor de edad avanzada que anoche le habian salvado el pellejo. Ben sintió lástima cuando ese señor rico le azotaba duramente en la espalda y éste tiraba del pobre burro lo mas rapidamente posible en la que no le faltaron tentaciones de acudir a la escena, tirar al señor a tierra y patearle el vientre y liberar al esclavo pero eso no podia hacerlo, no por ahora.

Asi pues, con la alegría de haber llegado a Barcelona Ben Alí salió de las inmediaciones del puerto aguantando el calor de justicia que iluminaba con firmeza aquellas calles.

Mientras caminaba se metió por una calle ámplia y con muros lo bastante altos como para eclipsar al sol. A lo lejos vió a una señora de gran escote y ancha de caderas, ridicula y excesivamente pintada subida a una mula intentando comunicarle a sus cuatro esclavos que no queria pasar por encima de un charco de barro pero éstos, sin entender su idioma la hicieron inconscientemente que se llenara las piernas de barro siendo el hazmereir por toda la gente que veía aquella escena. Aquello molestó mucho a la señora que no dudó en bajar de su mula para sacar de su cintura una cuerda con pinchos que no dudó en sacudir a la cabeza de los cuatro esclavos.

No muy lejos de allí una joven lloraba a un hombre que la perdonara, que ella le amaba y que no tuviera en cuenta lo que anoche habia sucedido. Ben Alí podia entender el lenguaje de aquella joven, era de acento parecido al turco de donde venia. El hombre, sin mediar palabra se giró y pateó duramente el rostro de la joven rompiendole varios dientes de un solo golpe. Fue horrible incluso para la gente que circulaba por aquella amplia calle, la sangre teñía de rojo aquel portal. Pero el hombre, no contento con aquella tremenda patada sacó de su cintura un látigo y comenzó a azotarla por, según él, acostarse con el aprendiz de herrero de la esquina. Pero Ben no iba a aguantar mucho mas, estaba harto de ver aquel horrible espectáculo de aquella gente tan desalmada y se abalanzó contra el señor y, forcejeando un instante logró reducirle con sendos golpes en la cara. El hombre, abatido en el suelo y asombrado del valor de Ben, le miró a la cara y descubrió lo inevitable, era negro y por lo tanto un esclavo.

Ben, que se habia dado cuenta de todo se levantó y tras mirar ligeramente a la mujer que seguía en el suelo impregnada en sangre salió huyendo mientras el hombre gritaba a todos que era un negro y por lo tanto un esclavo que seguramente habia escapado de su señor.

Durante un largo periodo de tiempo un grupo de hombres perseguian a Ben con antorchas encendidas para quemarle, incluso uno de ellos habia lanzado tres cuchillos para herirle aunque no tuvo suerte.

Bajando a un campo y atravesandolo por completo, Ben Alí llegaba a una aldea donde las casas recordaban al lugar de donde procedía recientemente, Constantinopla. No obstante y tras respirar aire puro volvió a correr ya que veía como aquellos hombres que le seguian cogian unos caballos de un establo para darle caza.

Ben sabia que era tarde, que ya no habia escapatoria, iba a ser atrapado y posteriormente ejecutado por unos hombres que no le conocian de nada. Pero la fortuna le sonrió cuando de pronto resbaló y cayó por un agujero de corta dimensión, algo parecido a un pozo muerto. Al caer notó como chafaba a algun animal, tal vez un gato por sus lamentos agonizantes. Pero no habia tiempo de remordimientos así que Ben se tapó con la túnica que le cubria por entero y cerró los ojos esperando que los hombres a caballo pasaran de largo. Y lo hicieron.

Era ya media tarde cuando Ben despertó desde su caída al pozo muerto. Efectivamente habia un gato chafado debajo suyo pero era lo que menos importaba, seguia con vida, al menos por ahora. Escalando logró salir de aquel agujero para comprobar que ya no le seguian,que no habian ojos vigilandole. Mientras comenzaba a caminar siempre tapado por la túnica oscura ahora manchada de sangre por el gato aplastado Ben notó que caía agua del cielo, estaba lloviendo, y no solo eso si no comenzar a diluviar en escasos segundos. El tiempo se habia vuelto completamente loco en los cambios de calor a frío y viceversa.

Ben intentó refugiarse en alguna tienda pero la gente que habia dentro de ella se enteraría que podia ser el negro que andaban buscando, así que decidió no hacerlo y seguir corriendo hasta las afueras de la aldea donde vió una casa de pequeño tamaño y una caserna mas pequeña aún donde veía un burro atado. Ben no lo pensó y entró en ese pequeño establo y se pudo refugiar de lo que estaba cayendo.

Y así pasó el rato viendo como el techo construido de paja y barro le calaba hasta los huesos a él mismo y al burro que parecia mas muerto que vivo.

La lluvia comenzó a aminorar aunque Ben Alí estaba tan derrotado que no fue capaz de ponerse en pie, las piernas le fallaban y el estomago le dolia tanto por la falta de alimento que se le pasó por la cabeza morder una pata al burro.

Ben quedó dormido abatido por el cansancio.

Una mano tocó la mejilla del hombre negro y éste, asustado, se levantó temiendo por su vida. Enfrente suyo un chico de su estatura, de color blanco y con una sonrisa entre ceja y ceja, parecia amable.

-Tranquilo, no voy a hacerte daño. ¿Qué haces aquí, estás perdido?

-No... no... –decia Ben entrecortado con acento africano.

-Estas pálido, ¿no te encuentras bien verdad?. Y ademas, apuesto a que no has comido desde hace mucho. Vente a casa, te daré unas ropas y algo de comer. Vamos sígueme.

Ben no daba crédito a lo que veía, por fin un hombre le ofrecía algo con buenas intenciones, aunque no se acababa de fiar.

Guiado por el joven blanco, Ben entró en la pequeña casa del chico y éste le dio un cazo de gran tamaño de sopa de nabo y raices blancas herbidas. Aunque quemaba, el esclavo lo comió a toda prisa.

Dandose cuenta del hambre, el joven blanco no dudó en entregarle algo de pan de centeno que habia comprado esa misma mañana. Y tambien le dio media botella de vino y dos vasos de agua marrón, la única que quedaba bebible en aquella aldea.

El joven blanco obsequió a Ben con una camisa oscura y una muda para sus partes tambien oscuras, como su piel.

-Ponte esto, tu túnica está llena de barro y si manchas la casa mi padre enloquecerá ya que el señor de esta casa no tardará en cobrar sus impuestos, y tiene mala baba.

-Gracias amigo.... Yo... irme, escapar, -decia Ben intentando hablar el mismo idioma que Fernando.

-¿Qué debes irte? De eso nada amigo, tu te quedas aquí y me cuentas quien eres y que hacias aquí en el establo.

-Ben mi nombre, Constantinopla. Soy... comerciante, comerciante.

-Ya, ya entiendo. Yo soy Fernando, de la familia de los Gómez de Barcelona. Soy peletero, mi padre y yo vivimos aquí y no tenemos casi bienes pero no falta un plato de comida para... un esclavo prófugo como tu –decia acelerando el tono el joven blanco-

-No soy... un esclavo... yo...

-No mientas amigo. ¿Eres tu el esclavo al que las autoridades anuncian de peligrosidad y que mató anoche en un barco llegado de occidente?

-Soy el, pero no maté, no maté, yo ayudar...

-¿Y esa sangre de tu túnica?

-No maté, sangre de animal, sangre de animal –decia Ben llorando a lágrima viva.

-Quiero creerte... Soy un chico que se guía por sus instintos y creo que eres una buena persona. Y menos mal que has dado conmigo, porque de dar con otro no sabes como te hubieran castigado, no lo imaginas.

-Gracias señor... tengo mucho miedo... Ser un digno esclavo, yo querer ser un digno esclavo–decia llorando Ben.

-Escucha amigo, hay posibilidades de que mi padre pueda aceptarte como esclavo. Tenemos un esclavo, pero ya le ha fallado algunas veces y creo que podrá prescindir de el para darte el puesto a ti pero todo con una condición, no saldrás de casa para evitar que te identifiquen, ¿vale? Si se enteraran nos colgarian de la horca a los dos en la Plaza del Centro.

-¡Gracias, mil gracias! –decia Ben Alí abrazando las piernas del joven blanco.

-No me las des, y haz el favor, no me llames señor, llamame Fernando.

Ben echó una ojeada rápida a la estructura de la casa. Era de una mezcla entre barro seco, paja y las paredes estaban talladas de madera que descansaban en sendas columnas de piedra tallada a mano. En una de las columnas habian dibujos que Ben no comprendía, una especie de escudo con barras pintadas de amarillo y rojo, acompañadas por dos cruces rojas. Ben no sabia que interpretaba aunque luego pudo leer algo que le aclaró parte de las ideas, “la senyera catalana, honor i veritat”.

Ben levantó la mirada hacia Fernando y éste, le sonrió.


(Fin del primer capitulo)

(Nota del autor):Por cierto, para ayudarme a mejorar la obra, si quereis responderme a estas preguntas en vuestros comentarios:
-¿Cual es vuestro personaje favorito?
-¿Y el que peor os cae?
-¿Te gustan los nombres de mis personajes, puedes imaginartelos fisica y mentalmente?
-Describe una aventura de mi novela que te haya impactado
-¿Has descubierto algo de historia que no sabias en mi novela?
-¿Tienes idea de algun personaje que quieras que meta en mi novela que congenie con la obra?
-¿Tienes clara la trayectoria de mi historia, tienes dudas? Comentamelo y serán respondidas

MIL GRACIAS por tu tiempo en esta novela!!!
Share/Bookmark

6 comentarios:

Enrique_kioscoelcano dijo...

bona nit José.
Yo ya voy por el segundo y aconsejo a todos que lo leais, engancha y tiene su enseñanza.
Un saludo y enhorabuena.

Enrique_kioscoelcano dijo...

bona nit Josep. Jo ja vaig pel segon i aconsello a tots que el llegiu, enganxa i té el seu ensenyament. Una salutació i enhorabona.

RafaSLorenzo dijo...

Bueno tío, me ha encantado, ahora te voy a poner algunas reflexiones que te hago en plan abogado del diablo, te voy a dar caña, pero en el buen sentido, creo yo no soy el más indicado, lo sería un entendido, pero oye, lo mismo te ayudan al menos esa es mi intención, lo ideal sería un profesor de historia o un periodista que son entendidos en la forma de redactar, pero ya te digo que mi intención es comentarte y ver que te parecen mis sugerencias siendo un completo lego en la materia, ESTAS SON MIS REFLEXIONES MIRATELAS Y DIME QUE TE PARECEN:

Parrafo segundo: Vuelves a repetir muy de seguido Constantinopla, lo habías dicho un poco antes y ya conociamos los lectores su localización.
Cuando lo descubren y van por el lo dices así:..."los dos hombres siguieron tras el esclavo para algun fín incierto para el joven...", veo muy cerca "para" una de otra, que te parece:.."los dos hombres siguieron (o; persiguieron a nuestro portagonista) (tras el esclavo) para darle un fin incierto, ¿tal vez la muerte por desertor, por ladrón o tal vez por asesino?.
En la escena en la que está recien llegado a Barcelona, cuando la señora que estaba subida en la mula se llena de barro. esta se baja y golpea a los 4 esclavos en la cabeza, repites en las dos últimas lineas: "no dudó en bajar de la mula...no dudó en sacudir a la cabeza...", es demasiado seguido.
En el siguiente parrafo dices: "... una joven lloraba a un hombre que la perdonara...", ¿no te suena mejor?:" ...una joven imploraba a un hombre que la perdonara". implorar es sinónomo de "clamar, lamentar, mendigar, pedir, rogar...", implorar significa: pedir con ruegos o lágrimas, lo veo más acertado en tu texto.
Yo en vez de decir: "gato chafado" cuando cae por el pozo muerto diria: "gato aplastado", chafado suena más catalán, pero si te soy sincero yo pondría que cayó a un pozo ciego, tipo letrina, para no herir el sentimiento de tus lectores amantes de los animales, ya que aseguras, que a Ben "era lo que menos le importaba" ¿pillas la idea?, aunque si necesitas la sangre del animal para el relato dí que estaba ya muerto y el protagonista no lo hizo.
Cuando Ben le da las gracías a el chabal blanco le dice una expresión muy catalana y actual: !gracias, mil gracias!, creo que en la Barcelona del siglo XIV esa cantidad debería de ser muy desconocida para el bulgo y mucho menos para un esclavo, al menos eso opino.
!PERDONA SI HE SIDO DEMASIADO "QUISQUILLOSO", MI INTENCIÓN ES QUE VEAS OTRA IDEA...! NO TE ENFADES CONMIGO!!!

Jose Cortés (Viladecans, BCN) dijo...

Hola!
---Enrique gracias por tu apoyo y leerte mi novela.

---Y Rafa, gracias por tu critica que sin duda no caera en saco roto. Lo de modificar alguna que otra palabra o frase de mi novela está claro que lo haré, por eso antes hago este gran borrador de como quedará dicha novela. Ten en cuenta (si has escrito algun libro lo sabras sin dudarlo), que vas escribiendo a ráfagas de inspiracion y que tienes que escribir a cien mil palabras por minuto, si no, la inspiracion se te va al limbo y la pierdes del todo.
Asi, ya se que antes de editarla debo modificar algo, pero lo haré mas adelante cuando la obra esté terminada que es lo que me urge.
Lo del tema del gato es cieto, podria rechazar a esa gente (me incluyo) que ama a los animales y no pueden sentarles bien, lo modificaré.
En referencia a la expresión catalana de gracias,mil gracias, es debido a la inmensa mayoria de nabos que teniamos aqui en mi tierra hace 600 años. La gente estaba acostumbrada a decir mil gracias por los mil nabos que valia un florín.
Y tambien recalco que Ben Alí si, es o fue esclavo toda su vida pero como vereis mas adelante no tiene la conciencia como tal, ya que en su pasado guarda algun que otro secretillo intelectual fuera de toda lógica para ser quien es o de donde viene. Ya verás la progresion increible de Ben Ali...

Y nada mas, por mi parte me encanta que seais criticos y asi poder acabar mi novela. Sobretodo modificaré lo del gato aplastado, sin duda Rafa. GRACIAS

RafaSLorenzo dijo...

Gracias a tí me ha encantado tu primer capítulo y las explicaciones que me das eres un crack tio...esperamos ansiosos tus lectores tu siguiente capitulo, y me voy a apuntar lo del campo de nabos, eres !bueno tio!!!

Jose Cortés (Viladecans, BCN) dijo...

jajajaaj bueno dices!! jajajaja! gracias Rafa tio, tu tambien eres un crack. Si puedo este finde cuelgo el 2º capitulo ok?
Saludos a todos los que leeis mi novela, y tambien a los que no...

Adeu!

Publicar un comentario

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...
Guestbook Déjanos un recuerdo de tu visita.